JIDDU KRISHNAMURTI

Renombrado como un filósofo (en el sentido de amante de la verdad), orador y educador de profunda sabiduría, sus conferencias y escritos han inspirado a millones de seres en todo el mundo.

Nació en la India en 1.895, siendo recogido a la edad de 13 años por la Sociedad Teosófica y educado en Inglaterra. En 1.929 renunció a toda vinculación con dicha sociedad, al rechazar cualquier tipo de organización que jerarquizara la conciencia. Se dedicó durante su vida a dar conferencias por todo el mundo y mantuvo diálogos con renombrados científicos, políticos y líderes religiosos como David Bohm, el Dalai Lama, Aldous Huxley, etc.

Urgía a sus oyentes a que despertasen internamente y fuesen maestros de sí mismos, promoviendo una actitud de autodescubrimiento del conflicto y de la conciencia en general, rechazando todo dirigismo religioso o sectario. Estudió el panorama de la civilización actual, vinculando el nivel de conciencia del ser humano con los problemas sociales. Creó cuatro fundaciones para conservar sus escritos y conferencias, así como escuelas para niños y jóvenes.

Falleció en California a la edad de 90 años.

viernes, 23 de enero de 2009

PREGUNTAR SIN ESPERAR RESPUESTA


"La mente crea valores que supone son permanentes, y luego cree en ellos; establece ciertos hábitos de pensamiento que se vuelven permanentes, y una mente así nunca está libre para inquirir. Pienso que es importante comprender la significacìón de ésto porque, después de todo, la libertad está al principio, no al fin. Es sólo la mente libre la que puede inquirir; no una mente atada, no la que está sujeta por la creencia, el dogma, la tradición; sin embargo, toda nuestra educación se basa en estas cosas, no sólo en la escuela sino también a lo largo de la vida, que es igualmente parte de la educación. Nunca inquirimos sobre la posibilidad de tener libertad al principio, porque la indagación de tal naturaleza requiere un proceso de pensamiento que no empieza con una suposición, ni con la experiencia acumulada, ya sea la propia o la de otros.
Me parece pues, que para encontrar la realidad, lo incognoscible, sobre lo cual no se puede premeditar ni especular, la mente ha de estar libre de todo lo que ha conocido, debe morir para sus muchos ayeres. Tan sólo entonces la mente es inocente, y por lo tanto capaz de descubrir lo real. Quienes me escuchan tienen muchas preguntas, y yo pienso por qué hacemos preguntas. ¿Es con la intención de recibir una respuesta? Y ¿hay respuesta, o solamente un sondeo del problema sin buscar una respuesta? Si espero una respuesta, entonces mi mente estará del todo concentrada en el descubrimiento de tal respuesta, y no en la comprensión del problema. La mayoría de nosotros está interesada en la solución, en la respuesta, de modo que prestamos al problema una atención dividida; por consiguiente el problema nunca se comprende, y así no hay respuesta. Para indagar sobre el problema, se requiere una mente que se diga a sí misma "no sé", que no esté buscando una respuesta sino que sea capaz de investigar sin juzgar ni condenar ¿Podemos mirar algo sin comparar, juzgar, o condenar? Si quereis experimentar con ello, veréis cuán extraordinariamente difícil es, porque todo el proceso de nuestro pensar se basa en la comparación intelectual, en el juicio o condenación moral. Mas si podemos indagar el problema sin esperar una respuesta, entonces el problema mismo se revela y resuelve sin buscar respuesta." -JIDDU KRISHNAMURTI, "LA CRISIS DEL HOMBRE".[+/-] Seguir Leyendo...